El Cine es una arte de conocimiento y confrontación. Una plasmación de la vida, una pintada en una cueva que no deja de ser un momento, un sentimiento que recrea lo vivido.​​

El cine más alla de su contenido, nos dá la hermosa libertad de salir o entrar en nosotros mismos desde un punto de vista externo a lo humano. Una segunda piel que nos retrotráe a un momento más puramente vulnerable (la empatía nos recrea dando vida a esos personajes en nuestro interior), un mini nuevo renacer dependiendo de nuestro grado de inquietud y conciencia sobre la oferta que emana de éste arte.​

El cine puede ser la maravilla de todos los sentidos expuestos a flor de piel como uno sólo o ninguno, y ninguna de éstas dos variantes deja de ser en algún momento humana.​​

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Su fuerza tiene una columna grande de apoyo, las enormes ganas de aprender y compararnos con otras personas que amemos más aun que a nosotros mismos,

los verdaderos compañeros,

maestros de la vida.

Nos une la grandeza universal, ​

compartir un mismo momento,

los escasos minutos que exije el silencio en una vida en relatarnos mil y ún cuentos, ​​

Arte en movimiento.​​

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